Es el caso de YouTube, quien tiene sus propios términos y condiciones para la subida de videos al sitio. El problema se centra en que nadie lee estas políticas y por ende se sube material de todo tipo, terrorista, pornográfico, denigrantes, etc. Lo que obliga al sitio de videos online, a revisar miles de videos a diario que no cumplen estas normas. Lo que conlleva a las autoridades de diferentes países a tener que actuar o mejor dicho, a pedirle a YouTube o por consiguiente a su dueño Google, que eliminen videos, comentarios, usuarios y demás del sitio.
La discusión radica en que Google considera aceptable ciertas pautas o normas con las que los gobiernos o autoridades policiales de diferentes países, no están de acuerdo y por ende, genera que YouTube haga caso omiso a los pedidos por parte de estos. Google, cuando recibe pedidos de retiro de videos y cancelación de cuentas de usuarios, vé el video y se remite a sus normas para definir si es correcto o no el retiro de algún material.
Un caso resonado es el video AntiMahoma, por el cuál varias autoridades islamitas pedían la anulación del material subido, y para las cuales Google entendió que era un derecho a la libertad de expresión por parte de un grupo de personas.
Todo esto nos demuestra que ni autoridades, países, gobiernos, pueden contra el gigante de Internet. Google a su vez connota la seriedad de la empresa y demuestra que para ellos son válidos los derechos de los usuarios como personas, a expresarse libremente en si sitio online de videos.